PRIMER TRIMESTRE
- Sol Gutiérrez

- 16 may 2020
- 2 Min. de lectura
Desde que tengo uso de razón soñé con el día de convertirme en madre, a su tiempo, en el momento preciso y con la persona correcta, en mi lista de sueños el primero de ellos era la familia, pero como dice un dicho mal dicho "No es lo mismo invocar el diablo que verlo llegar".
En primera instancia sentí mucha alegría, me emocionó mucho pensar que había un ser formándose en mi, pero posterior a esto tuve momentos de pánico, pensando en ¿verdaderamente estoy preparada? ¿Como será mi vida de ahora en adelante?¿Seré una buena madre?.
Tenía un cóctel de emociones que ciertamente me tomó un par de días manejar. Sin duda alguna, era el momento justo, tenía una persona maravillosa a mi lado, quien estaba inmensamente feliz de convertirse en padre. Muy probablemente no sea el caso de todas y esto no esta ni bien, ni mal, son cosas que pasan.
Quizás en tu posición no sea propiamente una pareja, pero tu mama, tu papa, un hermano, alguien cercano resulta de muchísima mas ayuda de la que puedes imaginar.
El proceso de convertirse en padres es una labor para dos, no solo cuando nace el bebe, es necesario desde el día uno, desde que ves aquella prueba que dice que efectivamente estas embarazada.
Mis primeros días fueron torturadores, quizás un poco, siendo una persona activamente trabajadora e independiente, me convertí en un zombie ambulante, mi cuerpo solo quería dormir, sentía un cansancio que realmente aún no logró comparar con ningún otro que haya sentido en otra etapa de mi vida, este era muy particular porque básicamente no tenía fin, sin importar lo que durmiera, siempre quería dormir más.

Es increíble porque aún cuando no veas mucho cambio físico en ti, el vuelco que puedes vivir internamente resulta trascendental.
Por supuesto vi bajar mi rendimiento en todo el resto de las áreas, pero que mas da, sabía quien era lo más importante y le di su lugar.
Es importante recalcar que todos los embarazos son diferentes, incluso en una misma mujer, cada formación divina que somos capaces de traer al mundo tiene su propio carácter su sello personal. Es por esto que aunque en términos generales existen ciertos parámetros que se asemejan, la manera en que lo percibe cada mujer varía de una a otra.
Mi segundo síntoma perenne todo el primer trimestre fueron las eternas ganas de vomitar, no tuve mucho vomito para mi alegría, pero las nauseas pudiesen contar como tal.
Estos fueron mis primeros sintomas, y a ti? Que tal te fue??




Que hermoso es el tema del embarazo cuando es de dos! Saludos.