Embarazo: TERCER TRIMESTRE

Que el tiempo pase rápido o no definitivamente es una percepción derivada de algún punto de referencia, si pasas 120 segundos en cuclillas te juro que parecerá una eternidad.

Si estuviésemos embarazadas más tiempo seguramente sentiríamos que no tiene fin. Cuando alcanzamos el tercer trimestre miles de emociones nos embargan, realmente el día tan esperado está muy muy cerca.

No todas lo sentimos igual, es por esto que en este post no solo hablaré de mí, incluiré la experiencia vivida por dos grandes amigas, hermanas, familia en sus embarazos.

Por ahora empezaré contándote como me fue a mí.

El inicio del tercer trimestre fue genial, conservaba muchísima energía, seguía haciendo ejercicios, mi barriguita estaba en un tamaño tan genial que me sentía super diva, cómoda, relajada, realmente disfruté ese momento.

A medida que el trimestre iba avanzando todo empezó a cambiar en mí, tenia mucho mas peso, reapareció el cansancio, algunos granitos, limitación para caminar distancias, recuperé la fatiga, wao cuantas cosas cambian en tan poco tiempo. Poco a poco fui perdiendo la capacidad de dormir, la cantidad de horas de descanso iban en descenso.

Era super normal ir al baño alrededor de 5 veces cada noche, cada vez se hacía mas normal, esto es realmente desgastante, literalmente no hay espacio para nuestras vejigas en las últimas semanas de embarazo.

Sin embargo, considero que soy muy afortunada, pues no sufrí de hinchazón, ni alguna otra alteración por la que tuviese que preocuparme.

Emocionalmente me sentía muy bien, hormonas vivas pero tranquilas, no jugaron tanto con mi corazón, pero si con mi motivación.

Me encanta el fashion y pretendo seguirlo siendo, seré una mamá fashion moderna, pero en las últimas 5 semanas mi voluntad era tan poca, aunado a que no podía salir por la pandemia que atravesamos, y si lo hacía eran situaciones muy puntuales como médicos y exámenes, realmente estaba tan cansada que cualquier look por mi estaba bien. Usé el mismo par de zapatos deportivos durante todas las salidas esas últimas 5 semanas, creo que no querré volver a verlas después, pero rayos alguien más tenía que ponérmelas porque ya yo sola no podía hacerlo, así que me daba igual, esas mismas eran perfectas para toda ocasión.

Ahora bien, me encanta conocer experiencias de otras super mamás, así que a continuación les dejaré dos anécdotas más.

Colaboración Mariett Roberty

“Mi tercer trimestre comenzó en octubre 2018.

Todo el embarazo es bellísimo, pero difícil, se experimentan muchos cambios a los que hay que acostumbrarse muy rápido.

El tercer trimestre es literalmente pesado, en mi caso particular, lo sentí extenuante.

Para empezar, la barriga ya me pesaba mucho, me dolían las caderas, el coxis, sentía que se me abría, y además me faltaba el aire constantemente, sobretodo para dormir.

Dormir, por su parte, era una tarea muy difícil, porque tenía mucho sueño, mucho cansancio, mi cuñada dice que una mujer embarazada ocupa diariamente la misma energía que un fisicoculturista, así que al final del día estaba derrotada, como la barriga era muy grande no conseguía ninguna posición que me hiciera sentir cómoda, a veces incluso me quedaba dormida sentada.

Pero no todo es malo, en el tercer trimestre ya mamá y bebé somos uno, aprendemos a conectarnos, y a sentirnos uno con el otro, como que el bebé aprendió adentro a responder a mis caricias a través de la barriga, es increíblemente delicioso sentir que se mueve tan cómodamente ahí dentro.

A pesar de todo lo maravilloso que se vive durante este tiempo de gestación, no se puede negar que hay muchos cambios nuevos y otros que se acentúan, como las ganas de hacer pipí. A mí, las ganas de hacer pipí me acompañaron todo el embarazo, pero en el tercer trimestre hacía mucho más, durante la noche me levantaba hasta 4 veces al baño, y en el día ni hablar.

Justo entrando en el séptimo mes de embarazo se me hincharon los pies horrible, era como si fuera Pie Grande, o algo así, eran gigantes y, además, me ardían cuando pisaba, para complicar un poquito más la tarea de dormir, tenía que subir los pies en una almohada y dormir boca arriba, para que los pies quedaran al mismo nivel de la cabeza (recomendación de otra mamá).

El día de mi último eco, me levanté en la mañana y haciendo pipí expulsé el tapón mucoso, lo sabía porque lo había leído días antes, fue un miércoles, hicimos el eco y estaba todo perfecto; el líquido, el peso, todo, eso fue el día que entré en la semana 37.

3 días después de haber expulsado el tapón mucoso, comencé a sentir molestias, como un ligero dolor de vientre y mucha pesadez en el cuerpo, más de la que ya traía.

Comencé a caminar para ayudarlo a bajar un poco más y así poder acercarnos al parto, porque para este punto yo nada más quería que saliera, por múltiples razones, obviamente porque ya quería verlo, teníamos mucho tiempo amándonos a ciegas, pero también porque ya estaba muy cansada. Yo creía que el cuerpo no daba para más, y por supuesto que estaba equivocada.

Esa noche fue larga, fuimos al hospital sólo para confirmar que no era el momento aún, estaba muy cerca. Pero habría que esperar unas horas más, y estaba bien, porque yo podía con eso. Sentía contracciones, eran constantes y duraderas, pero aún no había dilatado lo suficiente como para ingresarme, así que volví a casa.

Sentía muchas ganas de ir al baño a hacer pupú, ya las ganas de hacer pipí se habían ido, y las del 2 eran las que mandaban ahora, así que fui muchas veces al baño y pocas veces hacía.

Después que dilaté lo suficiente como para ingresarme (5cm) comenzó mi verdadero trabajo de parto, me dolía mucho, pero el cuerpo se me llenó de una energía asombrosa, me sentía empoderada, capaz de todo, ya yo estaba lista, solo faltaba que él decidiera salir, y yo estaba esperando y aguantando.

No se puede explicar lo que se siente cuando lo escuchas la primera vez en el eco, pero cuando sale de ti, toma su primera bocanada de aire y lo escuchas, eso es de otro mundo. Nacen 2 personas, el bebé que recién conoce este mundo y la mamá que conoce un mundo nuevo a partir de ese minuto.

Durante el parto todo fluye solo, tu respiración, tu cuerpo, tu mente, el miedo se va, tu fuerza está toda enfocada en este momento, en el empuje. Solo después de esto, mamá entiende el valor, el coraje, la paciencia y la fortaleza, que tiene por ser mujer.”

Colaboración Marlen Ochoa

“Mi tercer trimestre de embarazo fue el más tranquilo mis molestias disminuyeron: las náuseas, la fatiga, el vómito desapareció, tenía más ganas de arreglarme me sentía linda y comencé a disfrutar mucho más mi barriga, sentía mucho más los movimientos de la bebé, los pies se comenzaron a hinchar, sentía hinchazón en la parte pélvica, a medida que iban pasando los días y las semanas quería que naciera porque sentía que no cabía la bebé jajaja, al estar mucho tiempo sentada me dolía la espalda y al caminar me cansaba muy rápido pero tenía energía para hacer las cosas ya que los dos primeros trimestres me la pasaba con sueño, comía mucho más y tenía muchos antojos, de los tres trimestres fue el más emocionante, el más divertido y el que más disfrute porque sabía que con cada pasar de los días y las semanas se acercaba el día de ver por primera vez a mi niña preciosa.

Emocionalmente tenía muchos sentimientos encontrados: emoción, miedo, alegría, felicidad, el humor cambiaba a cada rato me podía estar riendo y de pronto me ponía a llorar, pensaba mucho en cómo sería y lo que sentiría en ese momento que la viera por primera vez, pensaba en el hecho de que tendría a una personita a mi responsabilidad, si sabría cuidarla, atenderla pensaba en muchas cosas, tuve muchos sueños soñaba mucho con la bebé y como serían los días con ella.

A medida que se acercaban los días me ponía más nerviosa y me daba miedo el parto si lo podría hacer y que todo saliera bien.”

Como ven cada experiencia es una aventura, con similitudes, pero totalmente diferente una de otra, las mujeres somos realmente bendecidas con una capacidad y templanza increíble.

Espero disfruten este post tanto como yo.

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES A MIS CHICAS FABULOSAS, HOY DÍA SON EXCELENTES MADRES, AMBAS EMPODERADAS Y GRANDIOSAS. LAS HONRO Y BENDIGO ENORMEMENTE.